Reseña... Todas las semanas tienen martes, de Pedro García Gallego.

¡Hola, hola! ¿Cómo va la semana? Espero que bien.
He pensado en abrir una sección nueva en el blog, que no sea simplemente reseñas, tags, premios, etc, así que he decidido crear los Domingos de relatos musicales.
Si algunos me conocéis, quizá sepáis que otra de mis pasiones aparte de leer es escribir, así que los domingos escribiré un mini (o no, quién sabe) relato que esté acompañado de una canción, no sé si alguien ha tenido la idea antes que yo, yo la he improvisado sobre la marcha.
Así que este domingo tendréis el primero, espero que os animéis y me digas si queréis o no leer algo así en el blog.
Y sin más dilación, os dejo con la reseña:

Título: Todas las semanas tienen martes

Páginas: 92

Editorial: Éride ediciones

Saga: No. Autoconclusivo.

Autor/a: Pedro García Gallego.

Lee los primero capítulos aquí.

Con «Todas las semanas tiene martes», el autor nos muestra hasta qué punto un ser humano puede modificar su comportamiento en función de las circunstancias que le toca vivir y de su propio entorno.
¿Vamos improvisando o alguien conoce, de verdad, la hoja de ruta de su vida? En Blanca —la protagonista de esta historia— podemos reconocer dos etapas perfectamente diferenciadas. La primera de ellas está marcada por el desorden y huida hacia ninguna parte, mientras que la segunda etapa está dominada por la madurez sentimental. Lo que sin embargo no esperaba Blanca es que cuando por fin había logrado alcanzar una envidiable estabilidad emocional, apareciese algo capaz de desbaratar su vida y descubrirle su auténtica fortaleza. «Todas las semanas tienen martes» es una historia de amor con mayúsculas. Amor a la vida y a la persona en la que te reconoces a ti mismo para poder emprender el viaje de luchar y disfrutar, cada día, como si fuera el último.

La historia de la novela nos la cuenta Blanca, que se reparte protagonismo a veces con Samuel y futuros personajes que irán apareciendo en la trama. Al principio todo empieza como un torbellino, con unos sucesos un tanto descabellados y chocantes, pero que el autor sabe tratar con soltura y darle un final adecuado a la, digamos primera parte, de la vida de Blanca.

Tras lo sucedido anteriormente, nuestra protagonista goza de una vida tranquila y familiar hasta que un obstáculo se cruza en su camino, pero no estará sola y conseguirá crear proyectos que la ayudarán a seguir amando la vida de la manera en la que lo hace. 

La novela se divide en diversos capítulos que ocupan apenas una página, por lo que se hace muy amena de leer, ya que también ayuda la forma en la que escribe Pedro García Gallego, que es directa y sencilla. 

Los personajes principales, que son Blanca y Samuel, tienen una clara evolución, de la que nos saltamos varios años, cosa que no es muy relevante para la historia.

He de decir que Blanca me exasperaba al principio, no conseguía empatizar con sus decisiones, pero conforme avancé por las páginas descubrí a una mujer fuerte, decidida y de la que a pesar de haber dudado de ella como personaje varias veces, me demostraba que seguía teniendo su esencia principal, la que hizo que por fin me creyera su personaje. Me gustó mucho cómo se enfrento a sus problemas y la fuerza que ella misma daba a otros protagonistas.

Definitivamente, una novela fresca, con lecciones de vida, cuyo final me pareció un poco surrealista, pero a la vez muy adecuado para conforme a cómo evolucionaba hacia el final, que se lee muy rápido y hace que tu mente se despeje de lecturas más pesadas.

***/

3'5/5

Una novela fresca y contemporánea muy recomendable entre lecturas más densas.

¿La habéis leído? ¡Contádmelo! 

Nos leemos =).

Muchas gracias a Éride ediciones por el ejemplar.